sábado, 8 de enero de 2011

LETRAS: "VUELA"

"Vuela" es un tema compuesto en compás de tango.
Su letra evoca el sentir del músico cuando atraviesa una de esas etapas en las que se encuentra "parado" en lo laboral, que no en lo mental ni en lo creativo. Habla de buscar esa libertad en la que moverse para crear, de la crueldad que supone esas etapas de reflexión en la que sabes que quieres algo y sabes cómo conseguirlo, pero en la que te cuesta permanecer en calma, añorando tiempos pasados y soñando con tiempos mejores. 


Todo el tiempo del mundo
Es todo el tiempo que me queda
y sin ser mucho ya me vale
mi mira busca la mar
y como la nube quiero dejarme arrastrar

Siento que llega el momento
cosquilleando entre mis dedos
rabiando en frenesi
buceando en un sin vivir
quiero dejarlo en mi, 
quiero dejarlo salir

Vuela
paloma vuela
abre las alas y vuela
y vuela con la fuerza de una tormenta
cruza los desiertos de la verdad
y vuela sin mirar
sin mirar atrás
volando eres,
volando tendras

Todo el tiempo del mundo
es para ti
y vuela, y que pase el aire
otro mundo veras, bajo tus pies
y verás
todo el tiempo del mundo
para ti.


Letra: Ricardo Espada y Luis Criado

1 comentario:

  1. Me viene a la memoria el poema de Oliverio Girondo. Grande la peli; EL LADO OSCURO DEL CORAZÓN, de Eliseo Subiela.
    ME IMPORTA UN PITO
    No sé, me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!
    Esta fue -y no otra- la razón de que me enamorase, tan locamente, de María Luisa.

    ¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos? ¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo y sus miradas de pronóstico reservado?
    ¡María Luisa era una verdadera pluma!

    Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina, volaba de comedor a la despensa. Volando me preparaba el baño, la camisa. Volando realizaba sus compras, sus quehaceres...

    ¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando, de algún paseo por los alrededores! Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado. "¡María Luisa! !María Luisa!"... y a los pocos segundos, ya me abrazaba con sus piernas de pluma, para llevarme, volando, a cualquier parte.

    Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia que nos aproximaba al paraíso; durante horas enteras nos anidábamos en una nube, como dos ángeles, y de repente, en tirabuzón, en hoja muerta, el aterrizaje forzoso de un espasmo.

    ¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera..., aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas! ¡Qué voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes... la de pasarse las noches de un solo vuelo!

    Después de conocer una mujer etérea, ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre? ¿Verdad que no hay una diferencia sustancial entre vivir con una vaca o con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?

    Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando.

    http://www.youtube.com/watch?v=9-_dMCqndjY

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